La industria pesquera del Ecuador

El Ecuador es una tierra de muchas variaciones regionales, que van desde las tierras bajas de la costa del Pacífico hasta las montañas y volcanes de los majestuosos Andes, que bajan por la columna vertebral del país hasta llegar a las frondosas y verdes selvas tropicales situadas en la parte oriental del Amazonas. Si bien se ha logrado mucho con los Andes, incluso al punto de que a Ecuador se lo considere una “región andina”, son las tierras bajas que se extienden a lo largo de la costa (y las fructíferas aguas oceánicas que rompen sobre ellas) las que han demostrado ser la salvación del Ecuador.

Desde tiempos inmemoriales, los ecuatorianos nativos han recolectado los frutos del mar. En este sentido, la tierra y su gente fueron bendecidos, ya que estas aguas son famosas por su surtido de peces, que van desde el pequeño Pimephales notatus hasta las enormes especies de atún y pez aguja. Esta riqueza floreciente surge de un feliz accidente geográfico y oceanográfico que coloca al Ecuador en el punto de choque de dos corrientes oceánicas muy distintas. La corriente fría de Humboldt se origina al sur en la gélida Antártida y sube por la costa de Sudamérica, recolectando a su paso nutrientes, plancton y krill (un pequeño crustáceo que constituye el eslabón más bajo de la cadena alimentaria del océano). Puesto que esta corriente rodea la protuberancia en la que el Ecuador se proyecta sobre el Pacífico, se encuentra con la corriente de El Niño, una corriente de agua mucho más cálida que se desplaza hacia el sur desde una región de América Central. Dado que estas cálidas aguas se mezclan con la corriente más fría, rica en nutrientes, que viaja hacia el norte, la población de peces pequeños se dispara. Naturalmente, los peces pequeños atraen a los grandes y el resultado es la abundancia, tanto para los que pescan por deporte como para los que lo hacen como actividad lucrativa.

El Ecuador se ha convertido en uno de los mayores productores y exportadores de atún de América del Sur, y este éxito ha ayudado a la industria pesquera a comprar embarcaciones modernas y equipos de procesamiento, situados en la ciudad portuaria de Manta. El camarón es una de las exportaciones de frutos de mar más importantes del Ecuador, y las cálidas aguas del Golfo de Guayaquil albergan a muchos establecimientos de cría de camarones. Las especies aptas para la pesca deportiva, tales como el pez aguja azul y el pez aguja negro, el pez vela y otros peces espada atraen a pescadores de América del Norte, que son huéspedes frecuentes de las posadas familiares de pesca de alta mar y participan en torneos de pesca mundialmente famosos. Para los ecuatorianos, esta cosecha valiosísima de los frutos del mar ha contribuido a mejorar las vidas de miles de personas que viven en la región costera que alguna vez padeció la depresión económica.