Ecuador: En Busca de una Indagación Visionaria

En la industria del turismo, se las conoce como indagaciones “chamánicas” o “visionarias”; viajes a la profundidad de la selva amazónica en busca de las técnicas de curación aborígenes y los viejos chamanes que las realizan. La indagación visionaria ha sido un nicho del mercado durante los últimos diez años y ha demostrado ser muy popular en el Ecuador, puesto que el visitante busca las técnicas de curación y la experiencia directa con plantas medicinales poco conocidas.

Se organizan pequeños grupos para realizar viajes a la selva, donde se reúnen con chamanes muy respetados y participan de ceremonias sagradas que promueven los acontecimientos transformacionales de la consciencia en uno mismo y el desarrollo personal. No nos malinterprete; no hablamos de cortar cabezas de pollos y echar sal en la boca de un cadáver rígido con la esperanza de hacer que los muertos se levanten. No, la indagación chamánica o visionaria es un respetado arte perdido, al que, gracias al ingenio del turismo, se lo está reconociendo por lo que realmente es: curación natural.

Visite los enlaces de viajes y excursiones para conseguir renombrados puntos de contacto con operadores de turismo que puedan coordinar viajes fuera de Quito, Ibarra, Cotacachi y otras ciudades importantes, a la vez que lo ponen en contacto con varios de los chamanes más famosos del país:

Don Ramón es un aborigen quechua de más de 85 años, que vive en la selva y es un maestro Ayahuascero; dedicó toda su vida a las guías de los maestros de plantas sagradas junto con otros chamanes de la selva. Comprende los principios de la proyección astral, el viaje en el tiempo y el cambio corporal a través de la experiencia directa… no de mucha teoría. Su planta medicinal es verdaderamente capaz de asistir en el viaje visionario en la selva y es un guía erudito en esta área.

Don Esteban es un chamán otavaleño que fue aprendiz de Don Ramón durante un año, vivió en la selva y pasó por un intenso entrenamiento para convertirse en chamán. Cuando regresó a su hogar, ya era capaz de consultar los espíritus de las grandes montañas volcánicas que rodeaban su casa, Imbabura y Cotacachi, y había aprendido a curar con las plantas, el ánima del fuego y la intuición.

Don Agustín es el chamán de la comunidad amazónica denominada Río Blanco y es un maestro de la botánica de la selva. Conoce los usos, incluidos los curativos, de más de 3,000 plantas y también es capaz de conducir ceremonias Ayahuasca. Su padre y abuela fueron chamanes y ella le enseñó mucho de las artes de la curación.

En parte verdad, en parte ficción y totalmente entretenida, la indagación visionaria puede ser exactamente el tipo de descanso de los mercados locales y ruinas antiguas que Usted necesita.