En el Ecuador, una excursión a los volcanes
El Cotopaxi, el volcán activo más alto del mundo, se encuentra en la Avenida de los Volcanes, situada en la región central del Ecuador. Aquí, quienes sean entusiastas andinistas podrán desarrollar habilidades y ganar experiencia en el escalamiento de elevados picos con éxito y seguridad. Para hacer esta excursión, es necesario estar en excelente estado físico y contar con habilidades elementales de andinismo. No es preciso que tenga experiencia relacionada con actividades en glaciares. Hacia el final de la excursión, guiado por organizadores expertos, lo habrá logrado.
El Cotopaxi es el volcán activo más alto del mundo, puesto que alcanza los 5897 m sobre el nivel del mar. Se encuentra dentro del Parque Nacional Cotopaxi, un lugar pictórico, que tiene lagos alpinos, bosques de pinos y vida silvestre en cantidad. La montaña se eleva con su impresionante simetría cónica: una vista bellísima en el paisaje del páramo que la rodea.
Nuestra excursión al volcán comienza en el Parque Nacional Pasachoa. La caminata hacia el borde del volcán, ya extinto, es perfecta para que nos aclimatemos. Aquí hay trochas bien mantenidas, y la subida al borde del Pasachoa es el suceso destacado del día. Y el broche final es una buena noche de descanso en el cercano pueblo de Lasso.
Al día siguiente, hacemos una excursión a Illiniza Norte. Es un trayecto breve, aunque escabroso; luego, descendemos del vehículo y caminamos hacia la silla de montar, que está en la base de la montaña. Notará que la escalada para alcanzar la cima del Illiniza Norte, a 5124 m, es bastante recta, pero la caminata puede hacerse penosa, debido a la altura.
Es uno de los mejores picos del país para aclimatarse y un buen lugar para visitar antes de escalar el Cotopaxi al día siguiente.
Tras una caminata bastante ardua hasta el refugio José Ribas (a 4572 m) en el Cotopaxi, llegamos al lugar perfecto para descansar antes de la gran escalada. Aquí también puede adquirir o practicar habilidades glaciares y, en general, aclimatarse a la altura. La ascensión comienza a la medianoche, y, pocas horas más tarde, cruzamos la pared de la Yanasacha. Ascendemos a la montaña, escarpada pero bastante recta; seguimos más allá de una morrena y llegamos a las paredes glaciares de suave pendiente. La escalada es interesante, debido a las travesías por los puentes de nieve y las fisuras de gran complejidad. Una escalada desafiante nos lleva, repentinamente, al borde del cráter.